Congreso de los Estados Unidos
Cámara de Representantes
Washington, DC 20515
10 de noviembre del 2009
Lic. Romeo Barahona
Fiscal General de El Salvador
San Salvador, El Salvador
Felicidades en ser nombrado Fiscal General de la Republica de El Salvador. Me gustaría expresar mi esperanza para nuevas relaciones entre nuestros países y nuevos gobiernos.
En su discurso de toma de posesión, el Presidente Mauricio Funes habló de la importancia de fortalecer el estado de derecho y reducir la impunidad y corrupción en El Salvador. Como expresó el Representante James McGovern en una carta dirigida al Presidente en Junio, muchos miembros del Congreso de los Estados Unidos, inclusivo mi persona, queremos apoyar a sus esfuerzos de fortalecer la democracia y mejorar la seguridad pública para todos los y las salvadoreños/as.
Aunque su Oficina ha demostrado el compromiso de luchar en contra del crimen organizada y la violencia política a través de investigaciones de varios casos serios que se llevan a cabo, me gustaría llamarle la atención a la importancia de darle seguimiento a la investigación del caso de Gustavo Marcelo Rivera Moreno. Como quizás sepa, Señor Rivera fue desaparecido el 18 de junio, 2009. Su cadáver fue encontrado en un pozo seco en la zona rural de Cabañas, con señales de tortura brutal, el 1 de julio del 2009.
El señor Rivera fue un líder comunitario muy activo en la política local y el movimiento nacional contra la minería metálica. Así que, muchos de los jóvenes de un pequeño grupo pastoral de Silver Spring, Maryland, que está ubicado dentro de mi distrito, conocían al Señor Rivera. Por más de cinco años, estos jóvenes han hecho visitas cada año para trabajar en proyectos de desarrollo comunitario con las comunidades rurales de Cabañas y otros lados en El Salvador.
Es crítico asegurar justicia y asegurar que los autores intelectuales de estos crímenes son procesados hasta donde permite la ley, como de seguro usted está de acuerdo, para demostrar que el estado de derecho es primordial en El Salvador. Agradezco el trabajo que ha hecho su oficina y la Policía Nacional Civil hasta ahora con respeto al caso, lo cual ha facilitado la detención de cuatro sospechosos en Cabañas y la noticia el 7 de julio, 2009 de que el quinto ya está en la cárcel La Esperanza en San Salvador. Sin embargo, como declaró el Jefe de la Unidad contra El Crimen Organizado, Rodolfo Delgado, el 8 de julio 2009, y como el sub-director de Investigaciones del PNC, Howard Cotto, repitió cinco semanas después, los autores intelectuales del caso tienen que ser investigado, y el hecho de que varios sospechosos han sido detenidos no quiere decir que el caso ha sido resuelto ni cerrado.
Dado el trabajo saliente del Señor Rivera- como director y fundador de la Casa de la Cultura de San Isidro, miembro de la junta directiva departamental del FMLN, y como director de la Asociación de Amigos de San Isidro, Cabañas- y dado las circunstancias de su muerte, es convincente que la desaparición, tortura y asfixia del Señor Rivera no fue un acto delincuencia común pero, en cambio, violencia política. Los años y meses anteriores a su desaparición, el Señor Rivera fue un blanco varias veces como resultado de sus acciones políticas y sociales. Desde el 2006, el Señor Rivera había sido un líder sobresaliente en oposición a la industria de minería metálica y específicamente a la Corporación de Pacific Rim. Este trabajo le había hecho un blanco para la alcaldía de San Isidro, la cual hubiera recibido beneficios considerables de las inversiones de la compañía minera. En enero del 2009, el Señor Rivera fue un líder que denunció el fraude electoral al nivel municipal en las elecciones en San Isidro, lo cual resultó en una suspensión temporaria de dichas elecciones.
El incumplimiento de investigar este caso, tomando en cuenta la historia del trabajo político del Señor Rivera, ha causado cuestionamientos sobre el compromiso de El Salvador de hacer cumplir el estado de derecho. Como consecuencia de la falta de seguimiento del juicio desde julio, varios líderes comunitarios, periodistas, y curas de Cabañas, quienes han denunciado la muerte del Señor Rivera, han recibido amenazas de muerte. Muchas de estas dice explícitamente que lo que pasó al Señor Rivera podría pasar a ellos también. Ha habido dos intentos de asesinato.
Le insto, con mucho respecto, que usted investigue de profundo el caso del Señor Rivera. Una investigación completa y profunda de la Oficina de la Fiscalía General de la Republica, en coordinación estrecha con la Policía Nacional Civil y el Ministerio de Seguridad Pública y Justicia, podría mandar un mensaje fuerte a los grupos criminales y hacer una contribución significativa a la consolidación del estado de derecho en El Salvador.
Yo creo, con firmeza, que su liderazgo es necesario para fortalecer el estado de derecho, administración de justicia, y seguridad publica en su país.
Anticipo trabajar con usted y la Oficina de la Fiscalía General sobre este caso y otros con el espíritu de coordinación entre nuestros países y nuestra creencia común en las instituciones democráticas y valores.
Atentamente,
Chris Van Hollen
Miembro del Congreso de los EEUU