Lucha contra la Minería Enciende Demandas Internacionales
Por ROGER BYBEE
Activistas luchan contra las provisiones de los tratados de libre comercio, mientras el USW reta los objetivos de la industria
A pesar de la pobreza dominante y el desempleo en su pequeño país centroamericano de 6.9 millones, los salvadoreños están ignorando el canto de sirena de las empresas transnacionales de minería que prometen trabajo en minas presentados como “amigables con el medioambiente.” El encanto de la minería de oro y plata ha sido deslustrado por la contaminación de ríos lo cual representa el legado de las empresas mineras en la zona norte del país. Sin embargo, la amplia oposición popular se está enfrentado con provisiones del Tratado de Libre Comercio de Centro América (CAFTA por sus siglas en inglés) que efectivamente eleva a las transnacionales sobre los gobiernos electos.
A pesar de la pobreza dominante y el desempleo en su pequeño país centroamericano de 6.9 millones, los salvadoreños están ignorando el canto de sirena de las empresas transnacionales de minería que prometen trabajo en minas presentados como “amigables con el medioambiente.” El encanto de la minería de oro y plata ha sido deslustrado por la contaminación de ríos lo cual representa el legado de las empresas mineras en la zona norte del país. Sin embargo, la amplia oposición popular se está enfrentado con provisiones del Tratado de Libre Comercio de Centro América (CAFTA por sus siglas en inglés) que efectivamente eleva a las transnacionales sobre los gobiernos electos.
Como informé el Noviembre pasado, la empresa de Milwaukee Commerce Group está demandando al estado salvadoreño por $100 millones por haberles negado el permiso para la explotación de una mina que ya ha causado daños ambientales significantes. Asimismo, Pacific Rim, una transnacional canadiense que busca abrir otra mina de oro “a cielo abierto,” ha presentado una demanda de $77 millones contra el gobierno de El Salvador. Según los términos del CAFTA, estas disputas se arreglan en un tribunal secreto de panales de arbitraje compuestos por ejecutivos y funcionarios de comercio de gobiernos. Prácticamente, tienen el poder de anular leyes que protegen la calidad de agua, derechos laborales, y especies en vía de extensión.
Sin embargo, el movimiento contra la minería sigue fuerte y está trabajando activamente para construir alianzas internacionales, según Jan Morrill, una estadounidense quien trabaja para la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica de El Salvador. Con su sede en El Salvador, la organización trabaja con grupos comunitarios, organizaciones religiosos y movimientos de campesinos, y también está vinculado con grupos en Norteamérica.
“El movimiento contra la minería en El Salvador cuenta con el apoyo de varios movimientos sociales, y ha desarrollado la capacidad de entrenar de manera técnica sobre calidad la de agua y químicos tóxicos,” Morrill me dijo el martes durante una visita a Milwaukee, donde se reunió con Ingenieros sin Fronteras, una organización que promueve que ingenieros compartan sus capacidades con comunidades pobres en países en vía de desarrollo.
“La gente se da cuenta que las propuestas de minería no generará muchos empleos y envenenará el agua para el consumo humano,” dijo Morrill. “Hay 29 proyectos propuestos en este momento, pero solo generarán unos 13,000 mil empleos combinados,” una fracción pequeña de la población sin empleo en El Salvador. “Las transnacionales dicen que sus proyectos son ‘amigables con el medioambiente,’ a pesar de que van a contaminar las cuencas.”
En un país marcado por violencia política extrema impulsado por los “escuadrones de muerte” desde más o menos 1980 hasta años recientes, las transnacionales han dicho públicamente quienes son los oponentes de la minería. “Están señalando constantemente quienes están en contra de la minería y dando sus nombres,” dijo Morrill. Desde 2009, cuatro líderes ambientalistas han sido asesinados en El Salvador, ella añadió con gravedad.
Aun si logran mantener las barreras contra nuevos proyectos mineros, El Salvador seguirá enfrentando dificultades enormes en restaurar sus ríos y quebradas para que la gente pueda tomar y utilizar el agua. Corporaciones como el Commerce Group han negado constantemente pagar cualquier tipo de compensación para remediar el agua y tierra contaminada por metales tóxicos que salen de su mina cerrada.
Actualizando la alianza vieja de industria con sindicatos
La lucha de los salvadoreños contra proyectos de minería ambientalmente destructivos resuena con El Sindicato Unido de Trabajadores de Acero (USW por sus siglas en inglés), el cual representa trabajadores en una fábrica de equipos de minería en Milwaukee operado por Caterpiller, y con varios otros mineros de cobre y hierro por todo Norteamérica.
El Sub-Director de USW Bill Breihan concede que USW ha tenido “un interés particular tremendo” en ver la expansión de la minería. Pero la lucha de los salvadoreños la ve con mayor simpatía que años anteriores, por el hecho de que el sindicato ha tomado un enfoque más crítico sobre los efectos de la minería y los objetivos de dicha industria.
En años recientes, el USW se ha dado cuenta más y más de la destrucción ambiental y la necesidad de crear coaliciones con ambientalistas. Entonces, Breihan explica, “Nosotros no estamos a favor de la minería a menos que se realice de manera segura para los trabajadores y el ambiente…Hay interés común entre los sindicatos y los ambientalistas? Absolutamente.”
En el 2006, el Presidente del USW Leo Gerard y en ese entonces Presidente del Sierra Club Carl Pope formaron la Alianza Azul Verde, lo cual actualmente incluye 12 sindicatos principales, incluyendo al Sindicato Unido de Trabajadores de Autos y Trabajadores de Comunicaciones de América, y media docena de grupos ambientales. La Alianza busca promover “empleos verdes” que promueven sustentabilidad ambiental, como construir equipos de transporte público y adaptar casas y negocios para que sean más eficientes de energía.
Ambos sindicatos y grupos ambientales han luchado también contra los tratados de “libre comercio” que socavan salarios y condiciones ambientales mientras dan a las corporaciones una posición privilegiada para retar leyes que intentan proteger los trabajadores y el medioambiente.
En Wisconsin, el USW ha adoptado más y más un rumbo independiente con respecto a la minería. Al final de los años 1990, el sindicato se puso al lado sin crítica ninguna de los intereses mineras como Exxon Mobil y Rio Tinto para promover las minas en el noreste de Wisconsin. Pero durante la sesión legislativa actual, el USW tomó una estrategia marcadamente diferente, buscando implementar regulaciones ambientales más fuertes y oponiéndose a la desregulación de la industria.
“Pero [la industria minera] y el partido Republicano secuestraron nuestro esfuerzo y trataron de apresurar la aprobación de una propuesta de ley que fue una abominación, bajando los estándares ambientales para la minería…,” dijo Breihan. Los legisladores estatales del partido republicano y grupos de minería también intentaron utilizar su propuesta de ley para apuradamente aprobar un proyecto controversial de minería de hierro en el norte-central de Wisconsin, lo cual fue criticado por ambientalistas y los Chippewa del Bad River. El USW se opuso la propuesta de ley, lo cual no logró aprobación en marzo.
“No queríamos tener nada que ver con esto, y yo renuncié de la directiva de la Asociación de Minería de Wisconsin,” dijo Breihan. “Nos alegró cuando no se aprobó…Hemos avanzado en los últimos años en superar la división histórica entre empleos y el medioambiente. Tiene que ser empleos y el medioambiente.”
Eso es un objetivo que mucho salvadoreños desean escuchar más de las compañías mineras litigiosos tratando de redoblar sus operaciones en el país.
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